La cocina de Mallorca forma parte de su esencia cultural como pueblo. Exquisita y ancestral. Variada y cotidiana. Elaborada e imaginativa. Un abanico de sensaciones por descubrir para el paladar que caerá rendido a los sabores frescos e intensos de la gastronomía de Mallorca.
La ensaimada y la sobrasada -la mejor la de cerdo negro- son los productos más conocidos fuera de sus fronteras, pero son varios centenares de recetas distintas y sabrosas las que integran la sabiduría culinaria de estas tierras. Si solo se trata de picar, la cocina balear nos ofrece las cocas de verdura, los cocarrois, las empanadas, y las jugosas rebanadas de “pa amb oli”, guarnecidas con queso, jamón o algún embutido local.
En verano podemos deleitarnos con el llamado “trempó”, una ensalada con tomate, pimiento verde y cebolla, o el “tumbet” con berenjenas, pimientos y tomates. En invierno nada mejor que las “sopas mallorquinas” a base de verduras y pan moreno o el “frit mallorquí”, uno de los platos mas populares, con asadura y sangre de cordero, patatas y verduras. Y qué decir de los platos de pescado o marisco, directamente del mar a la cocina. Donde destaca la mundialmente famosa caldereta de langosta.
Postres típicos de Mallorca
Para finalizar, un postre. El “gató” – tarta- de almendra acompaña los helados artesanales de las islas. La tarta de requesón, las cocas de albaricoque o melocotón. Las duquesas, robiols y crespells. Y un buen queso menorquín para acabar de chuparse los dedos.
Vinos mallorquines
Y no nos olvidemos de regarlo todo con un buen vino de las islas. Cerca de 100 bodegas dan una idea de la pujanza del vino balear. Aunque las viñas ya fueron cultivadas por los romanos, ha sido en los últimos 20 años donde ha surgido el “boom” vitivinícola. La diversidad de las islas y su distinta orografía ha permitido muchas variedades de uva y vinos, aunque la Manto Negro, autóctona, es la más popular, junto a otras también locales como la Callet y Fogoneu, también tintas, y la Moll, blanca. Aunque con una producción limitada, una parte importante de ella se exporta por todo el mundo, Europa y Norteamérica, principalmente.
Los mercados municipales de abastos
La gastronomía tradicional convive en las islas con la moderna cocina española e internacional. Hasta 8 restaurantes hay en las islas con las afamadas estrellas Michelin. Y un sinfín más ofrecen cocina de vanguardia en localizaciones increíbles, donde comer es solo una parte de los placeres. Junto a los restaurantes, las islas ofertan con singularidad otro tipo de visita gastronómica en sus mercados municipales de abastos.
Mercados gourmets donde la compra se entremezcla con la degustación “in situ” de los propios productos expuestos. Los mercados de Santa Catalina y el Olivar en Palma, son una prueba de ello y una visita obligada para conocer más de cerca la cultura gastronómica balear.
1 comments
accesoriosviaje
junio 30, 2020 at 22:58
Buen restaurante me encanta viajar a ese sitio.
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