La globalización ha permitido que podamos encontrar en nuestra mesa la gastronomía llegada desde cualquier rincón del planeta. El siguiente paso para satisfacer los paladares más exigentes y atrevidos ha sido experimentar con la mezcla de estilos culinarios de diferentes culturas así como con los ingredientes de regiones dispares. El objetivo no es otro que encontrar nuevos sabores que completen el amplio elenco de platos de la carta de los restaurantes.
A este concepto se le ha llamado cocina de fusión y está a la vanguardia de la restauración a nivel mundial. Ello permite encontrar sorprendentes ejemplos de como se puede conjugar nuestra gastronomía mediterránea con la variedad oriental o juntar innovaciones llegadas desde los fogones más remotos. En la completa oferta gastronómica existente en la isla también se incluye un significativo número de establecimientos donde sus respectivos chef y cocineros experimentan con el sabor.
De Tokio a Lima
Uno de ellos es De Tokio a Lima. El restaurante que fusiona la cocina japonesa, peruana y mediterránea se ubica en el exclusivo edificio del boutique hotel de cinco estrellas Can Alomar de Palma. Sus dos terrazas ofrecen una privilegiada posición sobre el céntrico Passeig des Born. Un enclave del casco histórico de la capital que se ha convertido recientemente en un punto neurálgico del ocio, las compras y la gastronomía más selectos.
En la surtida carta se prioriza siempre la calidad de las materias primas con las que se elabora cada plato. Entre ellos podemos encontrar una amplia variedad de entrantes para iniciar una placentera experiencia para el paladar. Como las navajas con la japonesa salsa teriyaki, los calamares de potera crujientes con la salsa formada por el condimento picante peruano rocotó y cilantro asiático o los tacos de presa de cerdo ibérico con guacamole asado, manzana y jalapeños.
El ceviche de salmón al estilo Nikkei es una representativa muestra de la mezcla peruano-japonesa de los platos crudos y marinados que se ofrecen. En cambio, en los platos al fuego, encontramos el peruano carré de cordero con acelgas rojas mediterráneas y el oriental ajo negro dulzón. La carta que ofrece De Tokio a Lima puede amenizarse degustando sus vinos dulces con denominación de origen de la isla, Montilla Moriles o Alicante. Y culminarse con alguno de los surtidos postres de sus denominadas tentaciones dulces.
De Tokio a Lima dispensa a sus comensales un trato cuidado a la par que familiar. Todos estos ingredientes han permitido que, desde su apertura, este singular establecimiento se haya convertido en uno de los restaurantes con un mayor reconocimiento en la ciudad. El restaurante también tiene presencia en redes sociales donde clientes y los foodies más curiosos pueden interactuar a través de sus cuentas oficiales en Facebook e Instagram.